Los hechos denunciados por las Juventudes Comunistas de Córdoba le han costado el puesto de trabajo a un subinspector de la Brigada Provincial de Información.
Narciso Fuentes - TerceraInformación
El incidente con unos jóvenes republicanos durante la visita de los Príncipes para inaugurar el rectorado "ya se ha cobrado una víctima por motivos políticos", según informa la Confederación Española de Policía (CEP) en un comunicado.
Los hechos denunciados por las Juventudes Comunistas de Córdoba le han costado el puesto de trabajo a un subinspector de la Brigada Provincial de Información.
Los hechos sucedieron frente a las puertas del nuevo Rectorado de la UCO, en la Avenida Medina Azahara, cuando una decena de jóvenes se disponían a manifestar su sentimiento republicano, intentando mostrar banderas Republicanas, en los actos de inauguración, a los que asistieron los príncipes Felipe y Leticia.
Según informa uno de los testigos a TerceraInformacion, "la represión por parte de las Fuerzas de Seguridad del Estado no tardó en llegar. Camuflados entre el público asistente, estuvieron controlando en todo momento cualquier movimiento que ellos supusieran ’sospechoso’, la primera acción represora que llevaron a cabo fue la retención, sin motivos ni justificación aparente, de tres compañeros que se desplazaron hacia otro lugar de la Avenida, impidiéndoles así el paso a la zona donde nos encontrábamos el resto. Poco después, dos agentes de la policía secreta se acercaron a otros tres compañeros, y sin que se identificaran correctamente, como exige la ley, nos desplazaron al interior del edificio situado en frente del Rectorado, siendo éste la sede de Sadeco, allí nos identificaron, donde se nos amenazó con arrestarnos 24 horas en comisaría si decidíamos mostrar cualquier bandera que no fuera la bicolor, además incluyeron en su amenaza una supuesta sanción económica, justificando ambas acciones represoras, con que ’ese tipo de banderas (las Republicanas) son para enseñarlas en los partidos de baloncesto, o en conciertos de Estopa’, sin que ninguno de los agentes se identificaran, uno enseñó vagamente la placa, la cual nos fue imposible identificar su número, siendo la actitud del otro agente la más ’sospechosa’ ya que se negaba a enseñar la placa, ignorando nuestras peticiones de que la mostrara. En esta actuación requisaron una bandera Republicana de una compañera, negándose posteriormente a devolvérnosla".
"Por último, y esto fue lo más grave, cuando unas compañeras de 17 años cada una, se disponían a mostrar las banderas republicanas que cada una portaba, estos dos mismos agentes camuflados, se les abalanzaron como si de criminales se tratara, siendo agredidas física y verbalmente, de forma criminal, siendo una de ellas zarandeada por uno de los agentes. La otra fue la más perjudicada, siendo agarrada del pecho y empujada a la fuerza hasta golpearla contra las rejas del edificio municipal, mientras que la policía le gritaba intimidatoriamente, como si de una criminal se tratara, ¡¡arrestada!!, una vez rodeadas por los agentes, éstos procedieron a identificarlas, exigiéndoles que les mostrasen sus DNI, viendo la agresión que estaban sufriendo por parte de los agentes, nos acercamos a la zona, donde las tenían retenidas y una vez se les informo que estaban agrediendo a una menor, los agentes mostraron su nerviosismo y desconcierto por la situación que habían creado, entonces llevaron a cabo una de las acciones más represoras, a las que ya estamos acostumbrados, la intimidación psicológica, amenazaron con llevársela a comisaría y tenerla retenida 24 horas, posteriormente un agente informó a la menor que le llegaría una sanción económica a su domicilio y que tendría que hacer efectivo su pago, y por ultimo amenazaron con abrirle un proceso judicial, contra la menor, los agentes no eran capaces de justificar con algún contenido fiable su actitud, y cuando se les exigió que aclarasen el porque de dichas represalias judiciales y administrativas, la respuesta no deja de sorprendernos: “por portar banderas republicanas, algo totalmente ilegal en este tipo de actos”. Una vez llegaron a la zona los medios de comunicación, los agentes haciendo alarde de supuesta normalidad, dejaron a las compañeras que se marchasen", cita uno de los testigos de la agresión.
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