miércoles, 19 de noviembre de 2008
El SAT ocupa la sede central de la Inmobiliaria Osuna
El SAT ocupa la sede central de la Inmobiliaria Osuna y exige que el dinero de todos se dedique a crear empleo
Alrededor de las 12 de la mañana la sede central de Inmobiliaria Osuna en el centro de Granada ha sido ocupada por el Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) en una acción sorpresa para reivindicar la nacionalización de las grandes inmobiliarias. Minutos antes, a unos 200 metros, otro grupo ocupó la sede del BBVA en la Plaza de Isabel La Católica para desviar la atención del verdadero objetivo.
La Inmobiliaria Osuna es una de las principales promotoras de viviendas de toda España. Durante años las inmobiliarias se han forrado de dinero gracias al auge de la construcción y a la especulación. Se bajaron los tipos de interés, se facilitó el crédito y se fomentó el endeudamiento masivo de las familias, que en España representa el 90% del PIB. Al adquirirse inmuebles que fueron construidos en condiciones de precariedad laboral, bajos salarios y alta siniestralidad, se produjeron beneficios hipermillonarios para los especuladores del suelo, los constructores y los bancos.
En España se construía más viviendas que Alemania, Francia y Reino Unido juntos. Sin embargo, este ritmo de construcción no resolvió el problema de la vivienda pues la mitad de las construcciones no eran adquiridas para su uso, sino para especular y negociar con ellas. La consecuencia es que entre 1998 y 2006 el precio de la vivienda aumentó un 173,2%, es decir, un 11,8% anual. Lo que ha supuesto que las familias dediquen, como media, el 44% de los ingresos a pagar la hipoteca y que millones de jóvenes, acosados por los bajos salarios y la precariedad, no puedan afrontar la compra de una vivienda. Mientras, 3,3 millones de viviendas siguen vacías, el 15% del parque total.
La caída en la construcción de viviendas ya ha producido un grave aumento del desempleo y está afectando a otros sectores. Muchos trabajadores se han quedado en el paro, pero el Gobierno le regala dinero público a los bancos y a las grandes inmobiliarias, que tienen conexiones con la banca.
Como es el caso de la inmobiliaria Osuna, cuyo presidente Nicolás Osuna, aparte de ser el mayor terrateniente del olivar (controla Haciendas del Sur que recibió en 2005 la suma de 880.894 euros de ayudas europeas a la explotación agraria) es miembro del Consejo de Administración del Banco de Andalucía, forma parte del núcleo duro de accionistas de Iberdrola y el Banco Popular, y tiene participaciones en el Sabadell y en el propio Banco de Santander.
Es evidente que la crisis para los ricos significa ganar algo menos, mientras que para los pobres se trata de lidiar con el paro, e incluso a veces con el hambre. Estamos aquí para exigirle al Gobierno que nacionalice las grandes inmobiliarias que se han enriquecido a nuestra costa y que facilite viviendas baratas y de calidad para las familias obreras. Estamos aquí para exigirle a Zapatero que destine el dinero público en crear empleo para las personas en paro y no para regalársela a los ricos.
Javier García
(Miembro de Cté. Nacional del SAT)
El SAT ocupa Inmobiliaria Osuna y el BBVA en Granada
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