miércoles, 20 de agosto de 2008

Andalucía: El precio de los productos agrícolas se dispara en el mercado

La situación económica de lxs agricultorxs andaluces sigue estancada desde hace varios años, el precio por el que venden sus productos son peligrosamente bajos con respecto al precio con que se venden éstos en el mercado. La problemática se deriva en cierta medida del monopolio que tienen las mayores distribuidoras de productos agrícolas, que acaparan el 49,5% del mercado y que inflan sobremanera los precios sin que esto se vea reflejado en un incremento del pago a lxs agricultorxs, provocando consecuentemente el malestar de éstxs y que podría y así ha sucedido, conllevar al inicio de movilizaciones, por parte de los pequeñxs y medianxs productorxs.

El máximo al que se ha llegado en los últimos años, y que se viene repitiendo desde 2003, es un 1.000% de margen comercial, es decir, los precios se han incrementando de la huerta a la mesa en un 1.000% en productos como la sandía, el melocotón, cerezas y albaricoques, frutas que mas han visto incrementado su precio en el mercado.
Desde los colectivos de agricultorxs se señala a las grandes cadenas comerciales como responsables de la situación, así como a las administraciones políticas, por haber dejado en manos de las empresas distribuidoras la política de fijación de precios, sin llevarse a cabo ningún tipo de restricción ni control sobre éstos.

Cabe destacar, que los productos antes citados, en ningún caso requieren de trabajos de manipulación que incrementen de tal manera los precios, por lo que desde el colectivo de agricultorxs no entienden por que no se llevan a cabo medidas drásticas para frenar esta inflación de precios desorbitada. En este sentido la UPA (Unión de Pequeños agricultores y ganaderos) ha comenzado una campaña para concienciar sobre los abusos que se están dando en la cadena comercial y al mismo tiempo exigir precios justos. Esta problemática se recrudece con la subida incesante del precio del combustible, lo que para lxs agricultorxs supone una pérdida de recursos económicos importante y al mismo tiempo una recesión en cuanto a la capacidad productiva de éstxs.

Desde el colectivo, se exige la elaboración de una nueva Ley de Comercio, que garantice el sufrago al menos de los costes de producción, marcando un precio mínimo de cobro, así como el control de los precios de cara a la venta al público, ya que actualmente están muy por encima del precio en origen. Las empresas a las que se señala como las mayores responsables de la situación actual, son Mercadona, Carrefour y Eroski, tres de las empresas distribuidoras más grandes, que controlan el 49,5% del mercado de distribución de productos agrícolas.

En Andalucía, cabe destacar que entre 1996 y 2007, lx agricultorxs han percibido un aumento progresivo del precio de venta en un 21%, mientras que el precio que pagan los consumidores por estos productos, ha crecido el doble, un 42%, siendo el afán de beneficio de las empresas distribuidoras el que infla los precios hasta cotas como las antes señaladas del 1000%. Por otro lado a día de hoy, en la Comunidad andaluza, un tercio del sector olivarero se encuentra por debajo de los costes de producción, por lo que, teniendo en cuenta el auge en la comercialización del aceite, es reseñable, que no se lleven a cabo medidas directas para su preservación, ya que esta situación se puede reproducir y aumentar a lo largo de los próximos años.

Las relaciones comerciales que se establecen entre productorxs, cadenas distribuidoras y consumidorxs, en ningún caso se rigen por la igualdad. La empresa distribuidora propone un incremento desorbitado de los precios, con el pretexto de la facilidad en la compra, el control de laboratorio, o la selección de los mejores productos, mientras que productorxs y consumidorxs pierden dinero acudiendo a estas empresas para relacionarse. Es evidente que la falta de relación entre ambos eslabones de la cadena de consumo provoca la búsqueda de beneficio y la normalización de empresas distribuidoras, que si en un contexto reducido (propio agricultor o agricultora que vende sus productos en una tienda de barrio), puede ser beneficioso y equiparable para ambxs, en el contexto actual de consumo, donde las grandes empresas distribuidoras intentan acaparar toda la cota de mercado, se hace visible una desigualdad progresiva y continua entre productorxs y consumidorxs, unxs con un incremento abusivo de precios, y otrxs con un cobro muy por debajo de sus necesidades.

08.Agosto.08 x Grupo de Acción Social (GAS)

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