El 9 de Octubre de 1967 en Higueras, Bolivia, caía asesinado por mezquinos sicarios a sueldo del imperialismo el Ché Guevara. Un hombre tan grande que siendo médico quiso dedicar su profesionalidad a los pobres y, desde esta tarea, las circunstancias lo llevaron a convertirse en guerrillero y heredero de las luchas de Bolivar, Sandino, Martí. Fue definido héroe de la Segunda Independencia de la América Latina; efectivamente fue el ideal continuador de aquella primera lucha por la independencia del continente latinoamericano contra el colonialismo opresor que había destruido civilizaciones y pueblos enteros, deportando millones de esclavos para incre mentar la explotación de aquel continente, inventando confines para dividir a los pueblos y repartirse mejor el botín.
En nuestra época es el neoliberalismo, el nuevo imperialismo, el que mantiene en el subdesarrollo a los pueblos latinoamericanos, el que los despoja de sus riquezas, el que somete sus niños al hambre y a la violencia. El Ché Guevara combatió contra estas vergonzosas injusticias en el único medio posible, como comunista, partiendo de la convicción en el amor y en la colaboración entre las personas y los pueblos, como primeros elementos indispensables para construir una nueva sociedad, junto a los cuales colocaba la también indispensable cientificidad del materialismo diálectico , coherente con su pensamiento ahsta el final, ejemplo concreto de lo que debe de ser el hombre nuevo : un hombre de humanismo marxista leninista.
Lamentamos su muerte y la perdida del gran contributo ideal que aún podría haber elaborado y transmitido, lamentamos que su figura sea muchas veces mal interpretada y utilizada impropiamente por esta sociedad que primero lo asesinó y ahora lo banaliza o lo mistifica según las pautas de la conveniencia política, o lo utiliza como un objeto fuente de utilidad económica. En una sociedad en la cual todo es mercantilizado y banalizado, también una persona grande como El Ché puede ser manipulada pero jamás analizada, estudiada y restituida a los pueblos por lo que realmente era: un gigante que dio esperanza al futuro de la humanidad.
Los niños cubanos dicen: !Queremos ser como El Ché!. Ojalá este deseo se extendieses a todos los niños del mundo como augurio del cambio que nos conduciría de la sociedad del dinero, de la injusticia, de la competencia, a una sociedad superior, a la sociedad de la justicia, de la colaboración, y en la cual finalmente... podríamos burlarnos del dinero cómo hacía El Ché.
Para Nación Andaluza, así como para el SAT nunca ha existido contradicción entre ser una fuerza nacionalista y a la misma vez practicar el internacionalismo. Intentamos ser coherente con ello y desde luego El Ché es para nosotros y nosotras una referencia de primer orden y por tanto con toda seriedad y fuera de cualquier moda oportunista rendimos homenaje a este luchador del que Eduardo Galeano escribió lo siguiente en el Libro de los Abrazos: "Esa misteriosa energía que va mas allá de su muerte y de sus errores, viene de un hecho muy simple: El Ché fue un tipo raro que decía lo que pensaba y hacía lo que decía".
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