lunes, 15 de octubre de 2007
Coflicto con la empresa Arasti Barca en el Ayuntamiento de Cádiz
Desde el pasado lunes permanecen totalmente paralizadas en el Complejo Deportivo “Ciudad de Cádiz” las actividades del Club de la Salud, un programa municipal que el ayuntamiento de Cádiz implantó hace ahora un año y donde se desarrollan actividades de piscina, gimnasia y paseos para personas mayores de 65 años.
La decisión de paralizar las actividades partió de los propios usuarios/as de este servicio tras ser informados por sus monitores y por los portavoces sindicales del S.A.T. en el Ayuntamiento de Cádiz del despido “parcial” que la empresa adjudicataria del servicio (Arasti Barca) había impuesto a varios trabajadores/as del Club de la Salud.
El origen de este conflicto, que afecta a todos los monitores/as deportivos/as del “Ciudad de Cádiz”, se remonta varios meses atrás, cuando un pequeño grupo de ellos se atrevió a plantar cara a su empresario y reclamar ante los tribunales una serie de derechos laborales básicos (estabilidad en los contratos, reconocimiento de la antigüedad, etc.).
En respuesta a ello, el máximo responsable de la concesionaria, el empresario burgalés Miguel Arasti Barca, ha decidido tomarse la justicia por su mano y vengarse de los trabajadores denunciantes reduciéndoles notablemente el total de horas por las que estaban contratados/as (de ahí que hablemos de “despido parcial” de estos compañeros/as). Así, de las 32 horas que tenían se han quedado tan solo con 10, siendo las restantes horas cubiertas por otros trabajadores/as que Arasti Barca ha contratado para sustituir a los despedidos parciales. No es éste, por tanto, un simple conflicto laboral donde se dirimen intereses económicos dispares, sino una protesta esencial y digna contra la prepotencia de un empresario que ataca y despide a quienes reclaman sus derechos. Una pugna, en suma, por las libertades sindicales y por el derecho libre y democrático a poder exigir lo que se cree justo sin resultar ser represaliado por ello.
Desde la adjudicación de las actividades deportivas municipales a la empresa Arasti Barca han sido numerosos los conflictos generados por su máximo responsable, que llegó, incluso, hace varios meses a denunciar ante los tribunales a un delegado de Autonomía Obrera (Manuel Bienvenido) por un presunto delito de injurias, del que nuestro compañero resultó finalmente absuelto. Acostumbrado, al parecer, al “aquí mando yo” y a pisotear como quiere los derechos de los trabajadores/as, sus aberraciones, sin embargo, son consentidas por el ayuntamiento de Cádiz (en manos del PP), cuyos responsables no han movido hasta la fecha un solo dedo para frenar estos atropellos de los derechos laborales y sindicales más básicos de un empresario que, en teoría, trabaja a su servicio.
Afortunadamente, frente a la pasividad municipal ha saltado la decisión y la solidaridad de los usuarios de las actividades deportivas, que han asegurado que no retomaran las clases del Club de la Salud hasta que no sean impartidas de nuevo por los monitores despedidos parcialmente.
Durante las jornadas del lunes y martes, los monitores y usuarios se han concentrado en la entrada del pabellón municipal, han informado a la ciudadanía del conflicto y han recogido firmas de solidaridad.
Para el próximo viernes está previsto intervenir en el pleno municipal ordinario que se celebrará ese día y para la próxima semana ya se anuncia la iniciación de un programa de actividades alternativas en la que los usuarios y monitores desarrollarán las clases del Club de la Salud en plena calle, frente al edificio del Ayuntamiento de Cádiz. Así hasta que Arasti Barca deje de represaliar a sus trabajadores/as o hasta que los responsables municipales se atrevan de una vez a cumplir con su deber y le retiren la concesión del servicio a una empresa que no cumple los más mínimos cánones democráticos y supone una fuente permanente de innecesarios conflictos.
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