lunes, 15 de octubre de 2007

Entrevista a Diego Cañamero


¿Por qué era necesaria la evolución del SOC, como el sindicato de los jornaleros, al SAT, un sindicato de clase?

-El campo ha evolucionado, muchos de sus trabajadores han pasado a otros sectores y el SOC tenía la necesidad de abarcar otros aspectos de la producción.

-Si por algo se ha caracterizado el SOC es por su espíritu combativo, ¿mantendrá el SAT esta política de actuación?

-Queremos un sindicato no burocrático, a pie de tajo, que no obedezca a nadie más que a los trabajadores. La necesidad de Andalucía es de un espacio sindical nacionalista, que le devuelva a los trabajadores su dignidad, su confianza y su democracia. Es muy importante que el sindicato tenga un espíritu combativo. No habrá mejoras si sólo se utiliza la negociación, pero tampoco usando sólo la acción.

Pretende constituirse en poco tiempo en el sindicato con más afiliados de la comunidad. Da la cifra de 40.000 en un par de años. ¿No peca de ambicioso?


-Partimos de la base de los 20.000 afiliados con los que cuenta el SOC. La asamblea constituyente inicia un proceso que concluirá en el primer congreso del SAT en el plazo de un año. En este periodo creo que podrán incorporarse más sindicatos.

Lo que sí ha conseguido en pocas semanas es llevar a su proyecto a destacados dirigentes de la izquierda andaluza.

-Lo importante es que esta iniciativa esta causando una especie de entusiasmo colectivo en el pueblo andaluz, en su gente más dinámica y militante. Es el momento de que Andalucía tenga la posibilidad de contar con un sindicato que pueda posibilitar la vertebración política del pueblo andaluz.

¿Puede ayudar entonces el SAT a recuperar el nacionalismo de izquierda andaluz?

-Nosotros lo que queremos es crear un sindicato fuerte. Si eso puede ayudar a la creación de un proyecto político, bienvenido sea.

¿Por qué rechaza las ayudas económicas desde las administraciones públicas?

-Ése es el problema de las grandes formaciones sindicales. Quien paga manda. Queremos que quien pague a este sindicato sean los trabajadores con su cuota. Nunca servirán las subvenciones para el presupuesto ordinario del sindicato.

¿Rechaza entonces participar en los acuerdos de Concertación Social que promueve la Junta?

-La Concertación es una compra de la paz social en Andalucía. Lo que hace falta es que la Concertación Social se realice pensando en el pueblo, y no en la financiación. Los sindicatos oficiales, en cierta forma, se han dejado comprar.

¿Entiende que estas dos fuerzas han perdido presencia en la sociedad andaluza?

-Más que perder fuerza han perdido credibilidad. Se ha instaurado el conformismo, el pacto, el ser financiado por parte del Estado. Por eso nos están llamando tantos delegados sindicales.

¿Le han llamado los secretarios generales de UGT y CCOO?

-No tenemos contacto. Espero que ellos también se den cuenta algún día que lo mejor es estar en el SAT.

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